OTEYZA, LUIS / OTEYZA, LUIS DE
La trayectoria profesional de Luis de Oteyza abarca dos grandes espacios: el periodismo y la literatura. Nacido en Zafra (Badajoz) en 1883 y fallecido en Caracas (Venezuela) en 1961, Oteyza vivió y escribió, en un primer momento, en el cruce de dos estéticas, entre el Modernismo y la Vanguardia. Desmarcado de militancias literarias y rótulos generacionales, cultivó un estilo muy personal y se dedicó a géneros, como la literatura de viajes, que no tenían demasiada cabida en el ambiente literario de la época. Republicano convencido, llevó sus ideas a las páginas de muchas de sus obras. El eje vertebrador de «Anticípolis» (1931) se inscribe en la línea de análisis de las secuelas de la modernidad que recurre al humor para reconciliar la deshumanización modernizadora y la humanidad esperanzada del individuo. Para ello diseña una especie de ´comedia humana´ donde se vive, sufre, ama y odia esa modernidad, encarnada en la figura de la ciudad de Nueva York. Los personajes de «Anticípolis», en principio oscurecidos por el ´protagonista´ de la novela ?el progreso, la tecnología, la ciudad?, terminan imponiéndose y logrando una cierta rehumanización del contexto hostil que los rodea.
La trayectoria profesional de Luis de Oteyza abarca dos grandes espacios: el periodismo y la literatura. Nacido en Zafra (Badajoz) en 1883 y fallecido en Caracas (Venezuela) en 1961, Oteyza vivió y escribió, en un primer momento, en el cruce de dos estéticas, entre el Modernismo y la Vanguardia. Desmarcado de militancias literarias y rótulos generacionales, cultivó un estilo muy personal y se dedicó a géneros, como la literatura de viajes, que no tenían demasiada cabida en el ambiente literario de la época. Republicano convencido, llevó sus ideas a las páginas de muchas de sus obras. El eje vertebrador de «Anticípolis» (1931) se inscribe en la línea de análisis de las secuelas de la modernidad que recurre al humor para reconciliar la deshumanización modernizadora y la humanidad esperanzada del individuo. Para ello diseña una especie de " comedia humana " donde se vive, sufre, ama y odia esa modernidad, encarnada en la figura de la ciudad de Nueva York. Los personajes de «Anticípolis», en principio oscurecidos por el " protagonista " de la novela -el progreso, la tecnología, la ciudad-, terminan imponiéndose y logrando una cierta rehumanización del contexto hostil que los rodea.