Para los chinos cocinar es un arte y no una obligación diaria, quizá por esta razón la comida china no sólo es un placer para el paladar sino también para la vista, y prácticamente gusta a todo el mundo. Es fácil y rápida de preparar, y como la mayoría de los platos se cuecen en muy poco tiempo, los ingredientes conservan una textura y frescor inigualables. Este libro contiene una selección de las mejores recetas tradicionales chinas en las que inspirarse.