Con un estilo palpitante, a la vez que inteligente y provocador, esta obra afirma que la Iglesia no es una institución del pasado; que la doctrina de Cristo es una enseñanza vigente y una guía irrenunciable para la existencia personal y para la vida en sociedad.
En forma de larga entrevista, Dios y el mundo constituye un auténtico manifiesto que reclama un nuevo despertar de los católicos para enfrentarse a los peligros y controversias de nuestro tiempo. Temas tan polémicos como la manipulación genética o tan fundamentales como el origen del mundo son abordados por Joseph Ratzinger, el papa Benedicto XVI, quien hace un llamamiento a la lucha por la solidaridad, la libertad y la justicia, y afirma que la Iglesia debe apoyar sobre todo a los pobres, a los débiles y a los desposeídos de sus derechos.