SENDER, RAMON J.
El prieto Trinidad está en la ciudad para entrevistarse con el director de prisiones. Éste está quejoso por el trato inhumano que inflige a los penados que tiene a su cargo en la isla prisión de Faro. Pero también hay otro motivo que le ha traído a la ciudad: Trinidad va a casarse. Sólo dos clases de mujeres podrían casarse con Trinidad: o una mujer experta y madura que todo le tuviera sin cuidado o una jovencita de una candidez infantil. La Niña Lucha pertenece a ese segundo grupo. Después de la ceremonia viajan hasta la isla de Faro, donde Trinidad es el comandante que rige con mano de hierro una población reclusa aislada del resto de la humanidad, pero que convive en la misma con los indios de las cabañas del sur, los antiguos moradores de la isla, y un grupo variopinto de personajes, que sin estar presos, las cambiantes circunstancias de la vida les han llevado allí.