Filosofar y cocinar, actividades antiquísimas ambas, han permanecido a menudo ajenas la una a la otra. Conocer y comer están hechos de lamisma pasta y son hijos de la misma madre, como nos dejan entrevernumerosas metáforas: devorar un libro, digerir un concepto, mascaralgo de latín, tener sed de saber. Estas páginas, ingeniosas y amenas, nos introducen en un laboratorio de filosofía culinaria o, mejor aún, en una cocina filosófica donde se reúnen ambos mundos. Esteapetecible ensayo ofrece acertadas comparaciones entre la buenaestructuración retórica de una exposición filosófica y la preparaciónprofesional de un plato exquisito. En todo este elegante e instructivo recorrido, se combinan muy finamente profundas reflexiones y rasgosde humor, donde la protagonista es la coincidencia entre el discurso,el pensamiento y la comida. AUTOR Doctora en Filosofía. Se graduó enFilosofía en la Universidad Estatal de Milán con todos los honores;después desarrolló una serie de investigaciones gracias a algunasbecas de varias universidades italianas. En 1982 fue a la Universidadde Gotinga con otra beca y al