NATSUME, SOSEKI
Las hierbas del camino discurre suavemente entre los encuentros y desencuentros de los personajes, conflictos narrados con una destreza estructural reservada solo a los verdaderos maestros de la prosa. Partiendo del suspense inicial causado por la misteriosa figura del «hombre sin sombrero», Soseki mezcla sabiamente instantes del monótono presente con pigmentos de la infancia perdida para pintar el retrato del protagonista, un cuado que, es al fin y al cabo, un autorretrato pesimista, sobrio y angustiado.