BADDELEY, GAVIN / GAVIN BADDELEY
Lejos de ser un fruto más del estallido del punk a finales de los setenta o una moda prefabricada para adolescentes ingenuos, la cultura gótica se ha convertido, con el paso de los años, en un fenómeno que ha superado los márgenes estrictamente musicales para convertirse en una corriente integrada en la cultura popular en la que confluye un sinfín de referentes tomados de diversos ámbitos: desde las manifestaciones más elitistas (en especial, de la literatura y la pintura de finales del siglo XIX) hasta las más frívolas y desenfadadas (como la televisión, la estética del cabaret y el cine de serie B).
Los ángeles del pecado traza la genealogía de una de las tendencias más fecundas e interesantes de nuestra época, no sólo por su gusto por la experimentación y la hibridación con otras corrientes musicales, sino también por sus referentes culturales y su capacidad de responder a los desafíos de la sociedad contemporánea mediante una concepción de la vida radicalmente esteticista
Lejos de ser un fruto más del estallido del punk a finales de los setenta o una moda prefabricada para adolescentes ingenuos, la cultura gótica se ha convertido, con el paso de los años, en un fenómeno que ha superado los márgenes estrictamente musicales para convertirse en una corriente integrada en la cultura popular en la que confluye un sinfín de referentes tomados de diversos ámbitos: desde las manifestaciones más elitistas (en especial, de la literatura y la pintura de finales del siglo XIX) hasta las más frívolas y desenfadadas (como la televisión, la estética del cabaret y el cine de serie B).
Los ángeles del pecado traza la genealogía de una de las tendencias más fecundas e interesantes de nuestra época, no sólo por su gusto por la experimentación y la hibridación con otras corrientes musicales, sino también por sus referentes culturales y su capacidad de responder a los desafíos de la sociedad contemporánea mediante una concepción de la vida radicalmente esteticista