NERUDA, PABLO / NERUDA,PABLO
Tierra, escucha y medita
estas palabras,
las doy al viento para que vuelen,
caerán en tu vientre a germinar,
no más batallas, basta,
no queremos pagar tierra con sangre:
te queremos amar,
madre fecunda,
madre del pan y del hombre,
pero
madre de todo el pan y de todos los hombres.
«Célebre muy joven, Neruda avanzó con la naturalidad de la evidencia. Su poesía fluía como un río. Era agua del cielo. Cada poema centelleaba. Los lectores se lo aprendían de memoria. No tenían ni que aprendérselo; se les quedaba grabado en la piel, prendido en los labios, corriendo en las venas. Neruda era sangre de su sangre, carne de su carne.»
ELENA PONIATOWSKA
Tierra, escucha y medita estas palabras, las doy al viento para que vuelen, caerán en tu vientre a germinar, no más batallas, basta, no queremos pagar tierra con sangre: te queremos amar, madre fecunda, madre del pan y del hombre, pero madre de todo el pan y de todos los hombres.