KERRIGAN, KATE
¿Existe la receta para un matrimonio perfecto? De ser así, ¿cómo mezclar los ingredientes en su justa proporción? Igual que al preparar un pastel, un día puedes acertar y al siguiente no: ayer demasiado dulce, hoy un tanto insípido, mañana una pizca amargo. Se dice que el elemento imprescindible es el amor, pero existen muchas clases de amor y muchas maneras de entenderlo. Y además, hay que añadir otros factores como el romanticismo, el sexo, la fidelidad o la afinidad de intereses, por no hablar de la mayor renuncia de todas: la independencia personal. Precisamente esto último se ha vuelto un martirio para Tressa, una escritora neoyorquina que, recién llegada de su luna de miel, se plantea la pregunta del millón: ¿se ha casado por amor o por miedo a quedarse sola?
Seguramente Tressa se sentiría mucho mejor si leyese los diarios de su abuela Bernardine, unas páginas de incalculable valor humano donde se relata cómo, en los años treinta, contrajo matrimonio con un apacible maestro de escuela después de que su familia no consintiera su boda con el impetuoso Michael, a quien amaba con ardorosa pasión. Entre recetas tradicionales de tartas de ruibarbo, mermelada de grosella y pan casero, el lector descubrirá la verdad que la propia Tressa ignora sobre sus abuelos y su madre, y quizá también encuentre, de paso, la clave para conseguir el verdadero matrimonio perfecto.
Novela tan entrañable como divertida, Recetas para un matrimonio perfecto rastrea con sutileza y amenidad los cambios que nuestra época ha operado en el ideal de amor romántico. Hoy en día, el verdadero amor quizá no sea ya fruto exclusivo de un arrebato pasional, quizá también deba aprenderse con esfuerzo, paciencia y dedicación.
¿Existe la receta para un matrimonio perfecto? De ser así, ¿cómo mezclar los ingredientes en su justa proporción? Igual que al preparar un pastel, un día puedes acertar y al siguiente no: ayer demasiado dulce, hoy un tanto insípido, mañana una pizca amargo. Se dice que el elemento imprescindible es el amor, pero existen muchas clases de amor y muchas maneras de entenderlo. Y además, hay que añadir otros factores como el romanticismo, el sexo, la fidelidad o la afinidad de intereses, por no hablar de la mayor renuncia de todas: la independencia personal. Precisamente esto último se ha vuelto un martirio para Tressa, una escritora neoyorquina que, recién llegada de su luna de miel, se plantea la pregunta del millón: ¿se ha casado por amor o por miedo a quedarse sola?
Seguramente Tressa se sentiría mucho mejor si leyese los diarios de su abuela Bernardine, unas páginas de incalculable valor humano donde se relata cómo, en los años treinta, contrajo matrimonio con un apacible maestro de escuela después de que su familia no consintiera su boda con el impetuoso Michael, a quien amaba con ardorosa pasión. Entre recetas tradicionales de tartas de ruibarbo, mermelada de grosella y pan casero, el lector descubrirá la verdad que la propia Tressa ignora sobre sus abuelos y su madre, y quizá también encuentre, de paso, la clave para conseguir el verdadero matrimonio perfecto.
Novela tan entrañable como divertida, Recetas para un matrimonio perfecto rastrea con sutileza y amenidad los cambios que nuestra época ha operado en el ideal de amor romántico. Hoy en día, el verdadero amor quizá no sea ya fruto exclusivo de un arrebato pasional, quizá también deba aprenderse con esfuerzo, paciencia y dedicación.