CHESTERTON,GILBERT KEITH
Esta es la última biografía que escribió Chesterton y también una de las mejores, siendo todas excelentes. Chesterton escribió siempre desde un entusiasmo que no estaba reñido con un profundo conocimiento de lo tratado, pero sí con el tópico, con lo ya sabido. Por eso dedicó tantas páginas a clásicos como Shakespeare o a Dickens, que en sus manos parecen autores nuevos, iluminados por una desusada luz. Chesterton, es sabido, fue un enamorado de la Edad Media, un ideal y algo idealista defensor de las luces de la Edad Media; por eso escribió unas excelentes y muy personales biografías de San Francisco, de Chaucer y de Santo Tomás de Aquino. El Santo Tomás de Chesterton es un Santo Tomás un tanto combativo, en lucha siempre con la estupidez y la ignorancia de su tiempo, pero, de algún modo, también con la del nuestro, gracias a las muchas chispas que saltan entre el pensamiento de Santo Tomás y el de nuestro Chesterton, también él personalísimo filósofo. Todos los grandes escritores son nuestros contemporáneos; buena prueba de ello es que este libro aparecido hace 90 años puede aún ser una novedad para los lec