BAUR, BENEDIKT
La renovación litúrgica introducida estos últimos años en el seno de la Iglesia y los debates suscitados en torno al modo más eficaz de llevarlo a término han prestado actualidad al tema de la confesión frecuente o, como se la ha llamado, de la confesión por devoción.
Pío XII en su encíclica Mystici Corporis le dedicó su atención y, saliendo al encuentro de algunos que rebajan su alcance, subrayó la decisiva importancia que tiene para la vida espiritual del cristiano con las siguientes palabras: "Queremos recomendar con mucho encarecimiento el piadoso uso de la confesión frecuente, introducido por la Iglesia, no sin una inspiración del Espíritu Santo, con el que aumenta el justo conocimiento propio, crece la humildad cristiana, se desarraigan las malas costumbres, se hace frente a la tibieza e indolencia espiritual, se purifica la conciencia, se robustece la voluntad, se lleva a cabo la saludable dirección de las conciencias y aumenta la gracia en virtud del sacramento."
El insigne archiabad del monasterio de Beuron expone magistralmente esos efectos saludables de la confesión frecuente, indicados por el papa. Sus observaciones son el mejor comentario de las palabras pontificias. Don Benedikt Baur conoce también las dificultades que pueden surgir en tan loable práctica y la manera de vencerlas. Sus consejos desbrozan el camino, abren nuevos horizontes, infunden ánimo y enseñan el uso recto de ese medio inapreciable para dirigir las almas hacia la perfección.